Aunque todavía no estamos concienciados del todo con el reciclado de residuos, España está poniendo mucho de su parte y espera poder igualarse a los países de la Europa más desarrollada en los próximos años.
El reciclado de residuos es una tarea sencilla y útil para el medio ambiente. La necesidad de nuevas materias primas para crear productos y todo su proceso de extracción, transporte, elaboración y gasto energético disminuye si volvemos a utilizar los residuos reciclados. Con esto, también evitamos que se acumulen en los vertederos miles de toneladas de basura.. Por ello, el reciclado también contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero evitando el impacto medioambiental.
España ha crecido muchísimo en el reciclaje de papel y cartón, hemos pasado en 10 años a situarnos en la media europea con una tendencia de crecimiento que se acerca cada vez más a países como Noruega o Suecia. El crecimiento ha sido considerable, ya que hemos pasado de un 42% en 1997 en recogida, al 63,9% diez años después.
A la hora de tirar la basura, es muy importante separar cuidadosamente los distintos componentes de los envases y no mezclarlos porque lo que conseguiremos será un mayor gasto y contaminación con la consecuencia de la pérdida del material que podríamos reutilizar para otra cosa.
El vidrio es uno de los materiales más fáciles de reciclar. Además, al fundirlo y darle nueva forma se ahorra un 92% de materiales y un 23% de energía, ya que la fabricación de nuevos envases de vidrio con materias primas necesita de mayor cantidad de energía que los fabricados con vidrio reciclado. Los plásticos y los metales también son sencillos de reutilizar, y además nos evitamos tener que recurrir tan a menudo a la extracción de petróleo y de minerales, consiguiendo así un mayor equilibrio con el medio ambiente.
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